Paso 1. Según tu personalidad
Lo primero es tener claro que no debes ir disfrazada, por mucho que las tendencias te encanten. Quizás no sea tu estilo y, lo realmente importante, es que sientas que eres tú. Covadonga Plaza, diseñadora asturiana de vestidos de novia, madrina y fiesta, asegura que el proceso de elección del vestido de novia es aquél en el que “tienes más motivos que nunca para ser tú misma” y que las decisiones deben ser totalmente tuyas.
Clásica: eres una novia clásica si apuestas por lo tradicional, por aquello que no pasa de moda, sencillo pero elegante y sofisticado. Este tipo de novias siempre elegirán un diseño con cuello barco o escoten V acompañado de velo y joyas como perlas o diamantes.
Romántica: son delicadas y sencillas. Las novias románticas suelen elegir vestidos de novia sencillos de tul o gasa con bordados de lo más románticos con motivos florales.
Boho: las novias que se casan en la playa o al aire libre apuestan por un vestido boho, para darle un estilo hippie a su look, con tejidos ligeros y vaporosos, y complementos como coronas florales.
Vintage: eres una novia vintage si te encantan los estilos antiguos, los encajes y los vestidos victorianos. Buscan el tejido más espectacular (incluso heredado) que le dé ese aire vintage a su look.
Moderna: la novia moderna quiere darle un toque vanguardista a su look, es atrevida y apuesta por cortes asimétricos en su vestido, incluso por vestidos cortos o grandes aberturas.
Paso 2. Según el tejido
Ten en cuenta la idea de hacerte el vestido a medida. Muchas novias no contemplan esta opción porque piensan que es mucho más caro acudir a una modista que le confeccione un modelo a medida. Pero no es así, la relación calidad-precio es buena, te sentará como un guante, ya que lo harán sobre tu cuerpo, y será único, no habrá otro igual. Si no quieres hacértelo a medida, los diseñadores recomiendan escoger un vestido de catálogo y personalizarlo. “Busca aquel que te haga sentir tú misma y personalízalo con algo que lo haga diferente: un aplique en la cintura o cadera, un tejido diferente, un complemento arriesgado…”, afirma Paula Martínez. ¡Que refleje tu personalidad!
No debes pensar que estar guapa y cómoda es incompatible. Si llevas un vestido demasiado ajustado, no podrás disfrutar del banquete y te arrepentirás, escoge uno que te permita lo más importante, disfrutar del gran día. Asimismo, elige tejidos de calidad y si tú no entiendes mucho de telas, que te acompañe alguien que tenga más conocimientos. Aquí te mostramos las telas de novia más utilizadas:
Mikado: se trata de una tela de seda natural gruesa con brillo.
Brocado: tela con relieves dorados o plateados. Estos dibujos suelen ser motivos vegetales o geométricos de inspiración oriental.
Piqué: es una tela áspera, con cuerpo, en la que se pueden observar a modo de dibujo formas de malla muy sutiles.
Otomán: tiene mucho cuerpo, un aspecto rayado y es muy gruesa y firme.
Tafetán: se trata de un tejido con mucho volumen, es una seda muy brillante.
Organza: es un tejido rígido ya que recibe un tratamiento químico para darle ese aspecto, aunque es una tela fina casi transparente. Será de seda o algodón.
Crepé: es una tela de aspecto irregular y con tacto granular. Pueden ser de lana, plisado, georgette… Es el tejido más adecuado para vestidos de corte sirena y también para vestidos con volumen. Normalmente van acompañados de pedrería y bordados.
Encaje: se obtiene a partir de la mezcla de seda, algodón y lino o hilos metálicos. El encaje es un tejido que se utiliza para complementar otras telas, como adorno. Es el preferido para vestidos con estilo vintage.
Gasa: ideal para diseños muy vaporosos, para vestidos de novia para bodas en la playa. Se trata de una tela ligera, suave y que pesa muy poco.
Tul: tela muy ligera y transparente con aspecto de malla y textura áspera.
Paso 4. Según la forma de tu cuerpo
Seguramente ya partas con una idea inicial del vestido que quieres pero, ¿es el corte que realmente te queda bien? Más allá del amor a primera vista que sentiste con ese diseño, tienes que ser consciente que puede que no te siente como pensabas. La mayoría de las novias van siempre a la prueba del vestido con una idea clara y, muchas de ellas, terminan decantándose por un modelo completamente diferente. Para que tú vayas sabiendo qué es lo que te queda bien, te contamos qué vestidos son los mejores para cada tipo de cuerpo.
Cuerpo rectángulo: evita los vestidos ceñidos o de líneas rectas, diseños fluidos y las mangas cortas. Te sentarán de maravilla los que son entallados en la zona alta de la cintura, siempre prestando mayor atención al cuerpo del vestido que a la falda. Puedes alargar la figura con escotes en V o con los hombros descubiertos. Con el cuerpo rectángulo es mejor que no optes por faldas muy largas con colas interminables. Evita el escote cuadrado o redondo.
Cuerpo triángulo: en este caso, lo que tienes que conseguir con el vestido es equilibrar llamando la atención sobre la parte superior del vestido. Para ello, decídete por un modelo de línea A que no sea muy ceñido para que no resalten las caderas. Al igual que la línea A, también te verás muy favorecida con el corte princesa. En cuanto a los adornos, céntralos en la parte del busto, con drapeados y escotes en V.
Cuerpo redondo: elige un vestido con cintura alta, un corte imperio en el que la falda sea fluida y caiga a lo largo del cuerpo. Como escotes, te favorecerán el escote de corazón o escote en V, pero siempre sin ser ajustado. Para este tipo de cuerpos, más es menos, así que, no optes por muchos adornos, es mejor algo sencillo y elegante.
Cuerpo reloj de arena: al tener una figura equilibrada, puedes optar por cualquier tipo de vestido pero, sin duda, los que mejor te sentarán serán los de tubo o de corte sirena. En cuanto a los escotes, el barco es el ideal. Eso sí, no satures la zona con adornos si tienes el pecho grande, por el contrario, si tienes el busto pequeño, puedes permitírtelo.
Cuerpo en triángulo invertido: lo esencial es darle volumen a la cadera y restárselo a los hombros. ¿Cómo? Con escotes que no sean abiertos, prueba con escotes a la caja, cerrados y faldas con volumen, por ejemplo, con apliques. Te verás más estilizada.
Según el pecho: si quieres disimular algo de pecho, apuesta sobre todo los escotes en V. Aunque no son los únicos, lo más importante es que nunca sea a la caja, podéis elegir también un vestido con escote redondo sin marcar en exceso la cintura o un diseño con un escote ablusado. Y para las chicas que queráis marcar pecho, lo mejor es que sea un vestido muy pegadito y cuanto menos escotado mejor. Si te gustan, puedes elegir drapeados en esta zona, además las espaldas muy escotadas suelen favorecer a todas las novias, apuesta por un escote trasero, ¡triunfo asegurado!
Según la altura: ¡las mujeres bajitas os veréis estupendas vestidas de blanco! Sin embargo, debéis evitar vestidos con faldas muy voluminosas, te harán parecer más pequeña por el efecto óptico de la proporción anchura-altura. Procura elegir vestidos sin cortes horizontales y sin excesivo vuelo. Por el contrario, si eres muy alta, elige un vestido con talle bajo o a la cintura para evitar espigar más aún la figura.
Si tienes curvas o eres muy delgada: si eres una chica con curvas, apuesta por el corte princesa y entalla la cintura de manera que las caderas queden disimuladas. En la parte del cuerpo de diseño, elige pliegues o drapeados, perfectos para disimular. Si eres muy delgada, te favorecerán modelos con volumen en mangas o falda, dependiendo de la parte del cuerpo que quieras resaltar. La manga corta, tres cuartos o manga larga son las opciones perfectas, ya que disimulan los brazos, tanto si los tienes anchitos como si los tienes delgaditos. Asimismo, te favorecerá el escote corazón para dar volumen al pecho, pero no los escotes cuadrados ni en V.
Si estás embarazada: si estás en los primeros meses de embarazo, no será visible, podrás utilizar el mismo vestido que tenías pensado atendiendo a tu tipo de cuerpo. ¡Solo hasta los 4 meses! A partir de ahí, el cuerpo cambiará notablemente, así que, apuesta por el corte imperio y un tejido fluido, que será lo más cómodo.
Paso 5. Consejo: pruébatelo, camina y muévete
Los expertos recomiendan que cuando creas que has encontrado el vestido de tus sueños, no te quedes fija mirándote al espejo. Camina, siéntate, salta, baila, sube los brazos… Si hay algo de eso que no puedes hacer, ése no es el vestido perfecto. “Deberás vivir con él un millón de emociones y llevarlo durante muchas horas en las que no estarás quieta, así que debes sentirte cómoda con él”, explica la wedding planner de La Cebra a Cuadros.
Aunque no lo creas, las opiniones, vengan de quien vengan, siempre influyen y más aún cuando se trata de elegir tu vestido de novia.
¡Ya sabes cómo tienes que elegir el vestido de novia! Eso sí, debes buscar un diseñador o firma de vestidos de novia en la que elaboren los vestidos con tejidos de buena calidad y tengas la posibilidad de hacértelo a medida o modificarlo a tu gusto.¡Conseguiréis el vestido con el que siempre soñasteis! Y ahora, a por él, deja de lado los nervios y disfruta de todos los preparativos.
Nota tomada de: zankyou.es